LITERATURA




A comienzos del siglo XXI no existe una corriente estética dominante que esté liderada por poetas de autoridad y prestigio y que llene el vacío dejado por el ocaso de la poesía de la experiencia que ha tenido, sin duda, una presencia avasalladora en las dos últimas décadas del XX.


Sin embargo, sí se pueden apreciar algunas tendencias interesantes, de alguna manera vinculadas entre sí:
- La poesía entrometida: Mezcla lo social con el desarraigo personal en la línea de la poesía desarraigada de Dámaso Alonso. Sus temas son: la globalización, la ecología y el neoliberalismo depredador. Poeta destacado: Fernando Beltrán (Bar adentro).
- La poesía del desconsuelo: Parte de la idea de que el mundo actual es intolerable y para transformarlo se necesita una palabra en que se vinculen ética, naturaleza e historia. Una poesía claramente realista que se convierte en un instrumento de transformación tanto del individuo como del mundo. Poeta destacado: Jorge Riechmann (Desandar lo andado).
- La poesía de la diferencia: Frente a los poetas instalados y que gozan del beneficio de las editoriales y de las ayudas de los poderes públicos, los poetas de esta tendencia proponen, desde la más absoluta diversidad, una poesía auténtica que rechace el escepticismo que ha dado origen a una poesía displicente, de entretenimiento, que ocultaba las verdades en aras del relativismo moral. Poeta destacado: José Luis Morante (La noche en blanco).

Creado por Clara Sánchez y Cristina Rodríguez